viernes, 26 de diciembre de 2014

In all shapes and colors



Desde que me tropecé con ella supe que quedaría eternamente seducido y excitado por la inocente virtud de una voz dulce... de unos calcetines desparejados... de una risa sincera y pura... Han habido varias ellas... pero la primera que empezó a hacerme pensar así fue la que me hizo reconocerme como Daddy... 

En un año... justamente en un año (como pasa el tiempo joder...) se ha convertido en algo tan apasionante que no se vivir sin ello... Es como si algo se hubiera hecho un hueco en mi y hubiera ido creciendo poco a poco tomando vida, formándose, y alimentándose de las experiencias, de las emociones, y de la inocencia de esas preciosas niñas adultas.

No importa su edad, no importa el color de su piel, solo importa lo pequeñas que son entre mis manos... La forma en la que satisfacen y se entregan tan honestas e implicadas con esa obediencia y esa curiosidad tan absolutas...

Aun no he tenido ocasión de cruzarme con una lg que se experimentara a si misma como brat y me pusiera en aprietos y sacara a un Daddy estricto y firme... pero se que la amaría igual... las amaría a todas en todas sus formas y colores porque sin ellas a día de hoy me sentiría incompleto.

Y a continuación os dejo un pequeño test para todas esas mujeres que sientan que de alguna forma una pequeña niña da saltitos en su interior intentando llamar la atención y decir que quieren cobrar vida y ser más allá de su piel :D

Lamentablemente está en inglés, pero merece la pena, creo que todo el mundo que conozco que lo ha hecho ha salido bastante satisfecho con los resultados y las descripciones que da el test al final.

¿Qué tipo de niña eres?

Compartid vuestros resultados por alguna de mis redes :D

miércoles, 17 de diciembre de 2014

F.A.Q

Frequent Answer Questions

1.-¿Qué es el age play o  las relaciones DD/MD-baby/little/medium?

Son relaciones donde los implicados viven la D/s (Dominación y sumisión) en esos roles. Por un lado Él Daddy o La Mommy como figura paternal o maternal dominante, que protege, guía, educa, corrige y disfruta de la parte sumisa, los/las babies, littles o mediums.

2.-¿Podrías definir que significa baby, little o medium?

Son las tres etapas de edades concebidas dentro de la parte sumisa de este tipo de relaciones de D/s

Babies: Supuestamente se establece un rango de edad mínimo, es el periodo de bebes. Se caracteriza por el fetichismo de los pañales, chupetes y otras estéticas relacionadas con la edad y sus patrones de comportamiento.

Littles: Entre 4 y 8 años aproximadamente (yo lo establecería hasta la adolescencia, pero eso puede variar según el carácter de cada persona sumisa en el age play) Se caracteriza por ser la etapa en el que la niña o niño está absorbiendo grandes cantidades de información y conocimientos. La curiosidad, las habilidades sociales, el aprendizaje y la educación, etc.

Medium: En este rango entra la etapa preadolescente-adolescente. Estamos hablando de una etapa supuestamente problemática donde a mi juicio encajarían las brats, la figura sempiterna de lolita por poner un ejemplo para aquell@s que entiendan.

Otros roles aplicables: lolitas, gatitas, perritas... pueden producirse combinaciones de otros fetiches como el pet play dentro del age play.

3.-¿Y qué significa ser Daddy?

Tengo la certeza que quitando a toda esa gente que vive los roles como obras de teatros... hay personas que lo llevan dentro, que lo son y no lo saben... Ser Daddy es tener a una little girl que te haga serlo en su máxima expresión, o vagar por el mundo como un alma en pena deseando tenerla sin sentirte completo... Es abrazar y cuidar de una niña en el cuerpo de una persona adulta... es protegerla de las cosas que puedan hacerle daño, es guiarla de tu mano y soltarla para que haga equilibrios en la cuerda de la vida y aprenda a través de su experiencia en algunas ocasiones... Ser Daddy muchas veces es consentir a la niña, es mirarla embobado intentando comprender sus palabras porque sus pequeños labios te distraen...Ser Daddy puede ser un rol en la D/s que marca la diferencia con respecto al resto...

3.-¿Pero como es posible ser un adulto y un niño a la vez?

Todos nacemos siendo bebes y nos desarrollamos siendo niños, y adolescentes, hasta que llegamos a la etapa de adultos. Cuando nos convertimos en adultos ya estamos lo suficientemente influenciados por la sociedad, la televisión, la educación recibida  y otros tantos factores de carácter social que nos reprimen las etapas más felices de nuestra vida donde las preocupaciones eran mismas y el placer que experimentábamos de cosas tan sencillas como por ejemplo jugar a pintar era pleno y consciente. Hay personas que siguen más en contacto que otras con ese niño/a interior y sin estar necesariamente en el mundo del BDSM necesitan expresarlo de alguna forma. El age play es un juego que da salida a esas necesidades y sentimientos y en el Daddies y Mommies son tan niños como sus pequeños expresando amor, Dominación y sumisión de una forma muy especial.

4.-¿De dónde viene todo esta historia del age play?

Aparte de lo ya mencionado anteriormente sobre las necesidades del niño interior... yo he tomado como referencia la famosa pero incomprendida novela de Vladimir Nabukov "lolita" juzgada por su controvertido contenido y argumento como una historia de amor que realmente se trata de una obsesión. Por otro lado la cultura japonesa (de la cual me declaro amante encarecidamente) tiene una tendencia hacia la infantilización y otros muchos elementos vistos desde un prisma bastante extraño en muchas ocasiones que sin duda alimentan este tipo de juegos, información, y contenidos sobre el tema.

5.-¿Y como está el tema en España?

Pues como en todo hij@ mí@... vamos con un retraso importante... la información es poquísima, la mayoría esta basada en opiniones personales (me doy por aludido en esto) y no tiene gran posibilidad de documentarse debido a que es una corriente que se vive con especial intensidad en países de habla inglesa.

6.-¿Se puede ser baby/little/medium y ser masoquista o sumis@?

Sin duda... No existen ni han existido más reglas pactadas como fundamentales que las del SSC (Sano, Seguro y Concensuado). Este tipo de relaciones se basan en el intercambio de poder, es decir que ambas partes conscientemente y de forma segura y sana adoptan o viven estos roles o estados mentales para sentir la D/s de una forma diferente. No es extraño entonces encontrarse con que la parte bottom (sumisa) desee sentir a un Daddy o Mommy estricto, que le castigue, le controle, ordene y en definitiva le haga sentir guiado. El masoquismo y el sadismo aunque parezcan incoherentes con los juegos de edad son totalmente implementables y vivibles a través de este tipo de relaciones.

7.-¿Y entonces no estamos jugando peligrosamente con la pedofilia?

En absoluto, NUNCA se ha tratado sobre personas que necesiten vivir estas fantasías o fetiches para satisfacer deseos tan oscuros y terribles como la pedofilia. Como ya hemos dicho es una forma de vivir las relaciones de D/s donde a mi juicio y experiencia se establecen vínculos sentimentales y de confianza muy especiales al satisfacer la necesidad de expresión del niño interior. Podemos compararlo con el amor que siente un padre o una madre por su hijo salvando las distancias ya que evidentemente no existe tal parentesco.

8.-¿Que practicas suelen verse dentro del age play?

En principio no hay ningún patrón establecido como preferente, cada persona como en casi todas las relaciones de D/s construye su propia forma de proceder. Primero habríamos de separar dos tipos de relaciones, aquellas que se basan únicamente en satisfacer con un compañero de juegos ciertas necesidades puntuales y otras que se convierten en relaciones sentimentales y que ahondan en aspectos más profundos y no necesariamente para satisfacer necesidades sexuales. Estas dos vertientes cambian de unas personas a otras, lo que a unos les excita a otros simplemente les parece una expresión de los juegos de age play.

No sexuales:

Son comunes a los juegos DD/babygirl la infantilización con pijamas, pañales, chupetes, juguetes, etc. En el rango DD/lg podemos tener desde colorear, hasta ir al parque, pasear, ver películas de animación, leer cuentos, cantar canciones y mil y una formas de expresión. En el rango medium podríamos hablar de ir de compras.

Sexuales:

Aunque no parezca coherente los juegos sexuales son parte del age play, en cada etapa tendrán una forma de expresarse diferente, personalmente no tengo referencias de que sea algo que pueda caber en la etapa babygirl, siento no poder aclarar ese aspecto, pero lo que es seguro es que la psicología no es la misma a ninguno de los niveles. Los juegos sexuales con una little requieren un vocabulario muy específico, unas maneras y unas formas de llevar la situación como para hacerle entender a alguien de su rango de pensamiento. Y por otro lado en la etapa medium donde en teoría todo son hormonas y curiosidad es completamente otra historia.

Relacionadas con el BDSM:

El spanking, las mordazas, el bondage, son ejemplos de practicas que se ven en el age play y que ponen de manifiesto que todas las necesidades pueden confluir en este juego.

Per infinitum puella felicitatis libertatisque: Etapa 3

A través de la niña libertad y felicidad infinitas: Etapa 3

En este proceso de purificación te hice subir a lo más alto, te golpeé, te traté con dureza, limé cada aspereza que el pasado había dejado sobre tu piel y tu esencia en manos de mi lobo, de mi bestia. En manos del Amo, te enseñé a abrir tu mente y a dejar salir tus pensamientos en la forma de palabras recibiendo una escucha asertiva y atenta, te dejé equivocarte para enseñarte la justicia de mis manos castigándote y la recompensa de mis labios tras el golpe. Caíste sujeta entre mis brazos. 

Ahora en el in crescendo más hermoso con tu alma desnuda e incandescente solo queda inocencia, devoción, entrega y pureza. La niña que reposa dichosa sobre mi pecho duerme en paz con el mundo, en paz consigo misma, abrazando su presente, abrazando su futuro, abrazando a su Daddy.

Es cuando estoy contigo que siento que mis días son ligeros, sencillos, llenos de pequeñas cosas por las que sonreír... como cuando paseamos y me haces preguntas, o cuando mi mano toma la tuya de esa forma tan característica e insustituible. 

Te siento conmigo cuando caminas en silencio unos pocos pasos por detrás situada siempre a mi derecha. A la derecha del padre... como si fuera Dios a tus ojos y te sintieras un corderito manso que sigue a su pastor... los ojos de una niña que mira todo con curiosidad insaciable, con veneración, con respeto, con impaciencia, con obediencia y travesura mezcladas con risas ágiles y sinceras... 

Nunca tuve que castigarte... nunca fue necesario, aunque lo hubiera hecho con la firmeza y el amor de un padre y hubieras aprendido al instante para dejar de llorar y besarme con esos pequeños labios que me hubieran derretido y hecho suspirar con aires de culpa y amor por igual.



Paramos a comprar  chuches y lames una piruleta en silencio mirando de vez en cuando mi sonrisa, apartando la vista con vergüenza pues tienes claro en tu mente que es lo que visualizo, algo que te gusta tanto como te incomoda. Hacemos nuestro el parque de siempre junto al margen del río, sentados en los mismos columpios al abrigo de la noche bajo un manto de estrellas.

Tu pequeño cuerpo se funde con el mío en un sin fin de abrazos, mis manos lo sujetan y lo pervierten con esa dulzura que te hace estremecer, ese amor que cosquillea entre tus piernas enrojeciendo tus mejillas. Y corremos a casa con tus cortos pasos en pos de mis zancadas con el deseo de tomar tu inocencia contra mi sexo ardiendo en mi corazón.

Mis manos recorren lentamente los senderos de blanca piel revelados entre tu vestido y tus medias, se pierden bajo la tela erizando tu ser mientras cierras los ojos y muerdes tus rosados labios anhelando cada caricia, cada beso, cada roce de mi barba contra tu piel haciendo cosquillas...

Mis labios rozan cada centímetro de tu cuerpo mientras mis manos lo desnudan tomándolo con lentitud y paciencia, aprendiendo cada lunar, cada peca, cada cicatriz... En una sucesión de besos suaves, castos, cortos, besos que siguen a un sin fin de besos, besos que humedecen tu pequeño sexo.

Y en nuestro pequeño nido rodeo tu cuerpo con el mío lo escondo y lo atesoro, lo penetro sintiendo como la niña que hay en ti es completamente diferente a la mujer... como su necesidad es más apremiante, su sensibilidad... su forma de abrazar mi endurecido sexo... con tus pequeños pechos rozando la sabana y tu cara escondida en la almohada... con nuestros gemidos envolviéndonos, acelerados, pausados, profundos, intensos...

Mi orgasmo se derrama en tu interior y permanecemos abrazados, tu cuerpo se fusiona con mi piel mientras tu mejilla se apoya en mi pecho y gozamos, nos acallamos, trascendemos, permanecemos y nos pertenecemos purificados y juntos para el resto de nuestros días.




~Caperucita y el lobo #003~



En este erial desprovisto de vida los pasos se hacen más pesados cada vez, las huellas son borradas por la incesante nieve que no deja ver más allá, condenado a vagar eternamente en soledad con todo el peso de la vida sobre los hombros aplastando esperanzas y sueños que otrora fueran fuertes y ahora de cristal.

Los cortes en los pies tiñen la nieve de un rojo tan oscuro que parece negro y los fantasmas atormentan aullando en los oídos espoleados por el viento deseando invadir con su locura a un huésped de corazón cada vez más negro. La cordura se apaga con la última luz de poniente y la noche sin sueño termina cayendo.

La oscuridad densa y angustiosa lo envuelve todo, convirtiendo la agonía en una realidad asfixiante y eterna. Flotando en un cosmos extraño y hostil de ausencia, de silencio, un vacío donde los pensamientos más oscuros son repetidos una y otra vez hasta rebosar de desazón y abandono.

Los ojos cerrados, la respiración en paz, esperando el último final, resignación de todo el dolor con la sangre cristalizada en una flor que llevarse a su último y más largo sueño en vida...

Sin embargo todo pasa, la luz cálida cierra las cicatrices de los cortes, el dolor se vuelve menos pesado, el mundo cobra solidez de nuevo...

El lobo se encontraba ante la encarnación de su esperanza, de su dulzura, la niña de sus sueños, su tabla de salvación, arrojando a sus pies una rosa echa con su sangre mientras las blancas y muertas manos se desvanecen de su piel y el color blanco y puro retorna lentamente a su ser.

~Caperucita y el lobo #002~


Dulce e inocente niña que todo lo miras con tus grandes y curiosos ojos, tocando cada tronco de cada árbol haces de mi bosque tu patio de juegos, tienes el pelo negro como la noche y la piel blanca como la luna, esa luna por la que aúllo. Mis negros ojos te siguen y mis fauces se colman de saliva por desear morder tu piel. Juegas sin miedo... sin percatarte de que una bestia descontrolada y ansiosa por tu ternura te acecha en la oscuridad con el corazón acelerado por tu visión pequeño angel.

Quiero arrastrarte a mi infierno y romper tus huesos con mi abrazo hasta sostener tu alma entre mis dientes, pero a cada paso que doy tu ser me conmueve, purga mi oscuridad, la diluye, la esparce, se escapa por mis poros y tu refulgente brillo se come mi negrura desnudando mi alma de egoísmo e instinto asesino para transformarme en hombre.

Y te conviertes en mi obsesión, en mi fría estrella a la que rezo en silencio por poder poseer, tu candidez me desborda y tan solo deseo abrazarte y protegerte pues todas esas bestias que compiten en el bosque por comer tu carne y roer tus huesos no han podido ver tu alma como yo la siento y moriré antes de permitir que mancillen tu cuerpo.

Y así jugamos al escondite y yo te velo desde una distancia segura, batiéndome con monstruos y alimañas que te quieren dañar, sin importarme las heridas que me dejen esas batallas ni la espera hasta que tus ojos me encuentren y veas en mi... desarmándome... esperando que tu niña no se rompa por ver en mi a un hombre lobo con pensamientos sucios y corazón rebosante de buenas intenciones.

Pero te juro que aunque me rechazaras... aunque desaparecieras de mi bosque seguiría esperándote, aullando a la luna a solas con mi esperanza, con el profundo anhelo de tenerte mía de protegerte y colmarte de mi luz y mi oscuridad.

-Caperucita y el Lobo #001~

Todos tenemos un bosque en nuestro interior, nuestra naturaleza, nuestros pensamientos y nuestras vivencias lo modifican... lo moldean y lo convierten en el reflejo de lo que sentimos. El bosque de Caperucita era inmenso, inmenso y oscuro, la luz apenas se filtraba por el techo donde las copas de los arboles se juntaban tanto que creaban un ambiente opresivo de silencio y soledad.

Era una mujer menuda, pero a los ojos de alguien que mirase más allá de la superficie de las apariencias era una niña. Era como si la oscuridad de su bosque hubiera salido a través de sus heridas para envolverla en un halo de introversión. Su piel brilla con la fuerza de una estrella y en ella se dibujan constelaciones que aun no tienen nombre.

Cuando Caperucita era golpeada por la vida se hundía en la oscuridad de su bosque y vagaba donde sus pequeños pies la llevaran, refugiándose al amparo de su eterna sombra con la firme intención de llorar toda la sangre y el dolor de sus heridas.

Podía gritar, podía intentar destruir las paredes de su jaula con sus pequeñas manos, pero era inútil nada salía al exterior, nada que demostrara su sufrimiento o su dolor, y allí se acurrucaba y languidecía hasta que el dolor pasaba y podía ponerse nuevamente en pie para volver a salir al mundo exterior.

Un día mientras la dulce Caperucita vagaba pesarosa y aturdida sintió como los vellos de su nuca se erizaban. Miró en todas direcciones sintiéndose observada sin comprender como alguien más aparte de ella podía entrar en aquel lugar tan íntimo y personal. Y entonces le vio.

Era un lobo enorme... su presencia la hacía empequeñecer hasta sentirse diminuta. Su piel era negra como la noche... parecía rezumar un brillo extraño como si estuviera húmeda... Estaba impregnada de la oscuridad de caperucita, había entrado en su bosque y a su pelaje se había adherido su esencia. El lobo la miró y se acercó lentamente a ella. De sus fauces salían nubecillas de vapor que se proyectaban hasta la pequeña caperucita. Sus colmillos eran enormes, sus músculos poderosos y sus ojos profundos rebosaban inteligencia y comprensión.

-¿Quién eres y cómo has llegado hasta aquí?-dijo caperucita con voz suave y tranquila, sin un ápice de miedo en ella.

La voz del lobo llenó su mente, era una corriente grave y profunda que la hacía vibrar, sus palabras resonaban en su cuerpo dolorido reconfortándola y acelerando su pequeño corazón en su pequeño pecho

-Soy el cazador y bestia... tu me has invocado... tu lamento silencioso me ha atraído hasta este lugar.

La mirada opaca de Caperucita atrapada en los ojos del enorme lobo se desvió un instante para mirar al suelo mientras volvía a sentarse abrazándose las rodillas y colocándose su capucha

-Márchate... no tienes nada que hacer en mi prisión... no perteneces a este lugar -dijo con voz monocorde sin volver a mirarle a los ojos.

El lobo rugió de forma atronadora, el ambiente resonaba como cuando un enorme trueno estallaba quebrando el silencio. Su fuerza fue tal que el bosque se estremeció resquebrajándose. Caperucita miró hacia arriba, una lluvia de hojas grises caía sobre el suelo y vió como lentamente la luz fue invadiendo el bosque, filtrándose desde las copas de los arboles. La niña intentaba en vano huir de su cegador brillo y de su abrasador calor sollozando asustada, hasta que de repente se vió cobijada bajo la enorme sombra de aquel lobo que dió unos pasos hacia ella. Caperucita alzó los ojos y vió como aquella húmeda oscuridad que rezumaba su pelaje se disolvía evaporándose al contacto de la luz.

El lobo envuelto en un halo de luz dorada la miraba ahora con la misma firmeza en sus ojos, pero su piel brillaba blanca y pura, desprendía una calidez inexplicable que la envolvía.

-He venido a llevarte conmigo, lejos de aquí - sentenció sin esperar ningún tipo de réplica al respecto. Sus palabras eran una declaración de intenciones firmes y absolutas.

La niña rompió a llorar abrazándose al enorme cuello del animal mientras este le ofrecía su calor y las caricias de su enorme morro para consolarla.

Lo que sucede bajo la mesa

Bajo la mesa nunca sucedía nada interesante, los pies de los comensales chocaban con las patas de esta, los invitados se incomodaban unos a otros al relajarse tras la comida y estirar las piernas para ponerse cómodos y Eva dejaba caer comida que su pequeña laika corría solícita a engullir cosquilleándole en los pies con su húmeda lengua agradecida y pidiendo por más. Pero nada como lo que sucedió aquel verano... nada como la revolución que aquel apuesto hombre trajo a su cuerpo y a su vida.

Eva Parker... Evita para su familia era una niña adolescente. Su madre era ama de casa desde que se casara con su padre un ejecutivo importante de una firma de abogados. Vivían bien, tenían todo lo necesario para vivir y un poco más para hacerlo acomodadamente. Iba al mejor colegio de la zona, un colegio para señoritas exclusivo y bastante elitista para su gusto, pero ¿quién era ella para negarse a lo que sus padres con tanto sacrificio le ofrecían?

Era una buena niña al fin y al cabo, responsable en clase, obediente en casa, nadie podía decir nada malo de ella. Su vida hubiera sido aburrida de no haber tenido a otras amigas tan excesivamente reprimidas y protegidas con celo por sus padres como ella con las que relacionarse. Pero eso cambiaría muy pronto... Evita se adentraría en un mundo tan basto e impredecible como incontrolable donde Él sería su guía, aquel hombre que cuando la miraba hacía que su mundo se tambaleara, sus labios se entreabrieran y sus pupilas se dilataran.

Su padre había tenido un infarto al corazón poco antes de ese verano y al ser lo suficientemente mayor había optado por una prejubilación con la que ir tomándose las cosas con calma, ya que el dinero no era el mayor de sus problemas, su fondo de pensiones privado era lo suficientemente abundante como para retirarse a una casita en la playa y vivir de las pensiones del estado y el fiduciario que mandaría a Evita a la universidad estaba bien protegido y dispuesto si ellos llegaban a faltarle.

Fue en ese entonces cuando tuvo que instruir a alguien mucho más joven que el para que tomara su posición en la firma. Se trataba de James Black un joven que aparentaba estar cerca de los treinta, inteligente, ambicioso, que se acercó a su mentor en previsión de un ascenso futuro, lo que no esperaba era que la oportunidad se presentara de aquella forma tan inesperada apenas unos años después de que terminara la carrera y comenzase a trabajar para aquella prestigiosa firma.


El Señor Black siempre era muy educado y atento con Evita, cada vez que su padre le invitaba a casa le traía unas chucherías; algún que otro vestidito de flores de los que tanto le gustaban, bisutería con las que ella se sentía como una autentica princesa de cuento, y libros. Estos últimos detalles la satisfacían especialmente, ya que Evita era una persona muy fantasiosa y soñadora, y no iba a negar que con su estilo de vida a menudo necesitaba evadirse y viajar a mundos increíbles donde soñaba que era otra persona más aventurera. Empezaba a entrar en esos años donde sus inquietudes sobre la vida que llevaba la hacían sentir disconforme con las decisiones y ordenes de sus padres.

El Señor Black como la llamaba ella siempre que le veía (a lo que el respondía con una amplia sonrisa llamándole pequeña) era un hombre que se había ganado el corazón de toda su familia con su carácter amable y sus modales refinados, especialmente el de Evita la cual lo veía como un caballero andante de brillante armadura. 

Pero sus orígenes eran humildes, era un hombre que había pasado por muchas penurias para ser aceptado socialmente al provenir de una familia de clase media baja, sin embargo su esfuerzo académico le hizo ir venciendo aquellas trabas poco a poco. Eso junto con el fallecimiento de sus padres a una edad tardía dejándolo prácticamente huérfano de familia (a excepción de una lejana tía solterona con la que nunca había cambiado más de dos palabras) ayudó a borrar la lacra que era su vida en ciertos círculos, no sin perder por ello sentimiento de ser un infiltrado entre aquella elite que de haber sabido su historia casi le habrían escupido a la cara. Como resultado de todo aquello... lejos de su vida laboral se transformaba en una persona completamente diferente.

Su forma de tratar a Evita podía parecer que fuera cortesía con la flor de los Parker... pero en su fuero interno era un gesto donde intentaba mitigar su cautiverio trayéndole cosas de un mundo exterior que ella no conocía. Al principio eran chucherías bajo una mirada molesta y unos labios apretados de desaprobación de la madre, pero después fue comprando su simpatía y atenciones con todos aquellos detalles. 

La clave estaba en los libros. En esos libros la niña salía de la pequeña caja que era su vida y su educación. Un día les confesó que se había sacado el carnet de la biblioteca y buscaba excusas para alejarse de las tardes soporíferas en casa y pasarlas allí aduciendo que tenía mucho que estudiar, algo que sus padres veían con buenos ojos. En aquel magnifico lugar impregnado del mágico y reconfortante olor de la celulosa Evita conoció clásicos... y un día bajo las sugerencias de su profesor de literatura clásica llegó a sus manos un texto de un autor ruso sobre una tal Lolita. 

Lo que leyó en sus páginas la impresionó tanto que tuvo que devolver el libro muerta de vergüenza a su lugar con el corazón encabritado. Evita había jugueteado quizás por vez primera con cosas que aun no entendía y que le hacían sentir como su sangre se agolpaba en partes de su cuerpo haciéndole experimentar sensaciones de las que era incapaz de ponerlas en palabras en su diario. Desde aquel día mirar a aquel hombre tan intenso y atractivo se le hacía difícil sin recordar las sensaciones que le produjera ojear las páginas de aquel libro.

Una inquietud crecía en su pecho, sus relaciones con los hombres habían sido escasas a excepción de la que mantenía con su propio padre, Evita estaba despertando como mujer al estímulo que causaba en el los cuidados y atenciones del Señor Black, un hombre que no había hecho más que cuidarla y tratarla con respeto, pero no de una forma tan poco realista como sus padres. El Señor Black la trataba como una persona inteligente y con deseos de conocimiento y eso solo hizo acrecentar su respeto, el rubor de sus mejillas y su corazón palpitando cada vez que le sonreía.



Todo cambió en una noche... Una noche de acción de gracias con toda la familia (incluida el Señor Black que ya casi era un miembro de esta) rodeando la mesa, con el Señor Black junto a Evita frente al Señor y la Señora Parker, bendiciendo la mesa y los alimentos de los cuales iban a disponer... Aquella noche el roce de la mano del Señor Black sobre su muslo desnudo para hacerla participe de su aburrimiento en la conversación sobre política despertó una intensa sensación de cosquilleo junto con su acelerado pecho y una débil y trémula sonrisa en su sonrosada boca. Apenas fue un instante, pero aquello hizo que algo se removiera en ella algo cálido como una burbuja que había estallado calentando su pecho y su cara con su salpicadura, bajando hasta sus piernas y perdiéndose en las profundidades entre sus muslos con un persistente pulso.

Durante la sobremesa y a petición de su padre, Evita deleitó a todos cantando mientras el  Señor Black tocaba al piano. Ella quiso que le enseñara a tocar a lo que sus padres accedieron mientras iban retirando la mesa para pasar al café y las copas para ellos en el despacho y los postres para ellas en la cocina. Aquello colocó al Señor Black en una posición delicada cuando Evita se acomodó entre sus piernas para llegar a los pedales. Este acariciaba sus manos colocándolas con delicadeza sobre las teclas sin forzar sus movimientos para hacerlos casi tan suaves como cuando el acariciaba el teclado. Mientras le hablaba en una voz suave y cálida al oído dirigiéndola para aprender lo básico su voz se entrecortó al sentir como Evita se movía lentamente hacia atrás para apretarse contra su cuerpo -Puedes tocarla otra vez? -le dijo entonces con su voz inocente y dulce en un suspiro de suplica por no dejar de sentirle. 

James no sabía que hacer, pero su cuerpo iba más deprisa que su mente, Evita se frotaba contra su entrepierna suavemente y su miembro se endurecía contra el virgen cuerpo de esta mientras sus manos ya comenzaban a tocar una pieza que por fortuna conocía de memoria. Su aliento subía y bajaba sobre el cuello de Evita mientras los ojos de ambos se cerraban y sus respiraciones se aceleraban sintiendo la música y la dureza de sus cuerpos conociéndose. Evita comenzó a sentir como su sexo palpitaba por primera vez, como su húmeda flor se abría hinchada de gloriosa excitación entre las piernas de su caballero de brillante armadura cayendo en picado hasta un orgasmo acompañado por el cresccendo de la música apretada contra su duro miembro con los labios abiertos de par en par  en una espiral de deseo que la cambiaría para siempre... que los cambiaría para siempre... se había abierto la puerta a todo el universo, las estrellas brillaban cegadoras...

Lo que Daddy da, Daddy lo quita


Lo que Daddy te da son caricias especiales... nunca nadie te tocará como te toca Daddy, nadie más hará que tu piel se sonroje y tu labio tiemble, que tus piernas flaqueen y necesites sus brazos como un naufrago una balsa en alta mar...  Son las caricias que solo guarda para su niña, para despertar la curiosidad y los deseos que duermen en ti.

Daddy te da regalos, te lleva al parque un Domingo y te compra el helado de tres bolas que más te gusta para el camino, aunque sabe perfectamente que tendrá que terminárselo Él. Pasea contigo agarrando tu pequeña manita con seguridad y calidez, vigila donde pisas y no deja que tropieces o que cruces la calle sin mirar, reteniendo tu intrépido y temerario paso. Y llegas al parque y ríes mientras charláis de trivialidades o cuando te columpia hasta lo más alto. 

Daddy te ama... Daddy te hace sentir tremendamente especial... satisface una parte de tu interior que nadie sabía ver... que usaban de forma lasciva y desagradable haciéndote sentir sucia...  pero el no... El promete atesorar esa parte inocente y pura de tu sentir, que casi como una personalidad reprimida se deshace en sonrisas y suspiros de felicidad cuando la tomas en brazos...

Un día preguntarás si puedes casarte con Daddy y él se echará a reír... te prometerá que estaréis juntos para siempre y sellará su promesa con el dedito... Y esa noche en la cama mientras lo abrazas te dará esas caricias especiales que tanto disfrutas... los besos en tus pequeños labios que cortan tu aliento... Y alimentará tus suspiros convirtiéndolos en gemidos, acelerando tu pequeño corazón sin que entiendas muy bien que son esas cosquillas tan dulces que sientes entre tus muslos... Daddy sonreirá y te acariciará el pelo mientras te apoya sobre su pecho sin cesar sus caricias demostrándote que es lo que sientes. 

Utilizará palabras sencillas... te hablará del amor que os profesáis, de como esas caricias simbolizan ese amor, de como cuando Daddy se pone feliz su cosita se endurece y el roce o las caricias de tu mano lo hacen feliz. De como tener dentro a Daddy te hará sentir la nenita más feliz del mundo. Toda esa dulzura abrirá ante ti el camino del amor y la confianza... de la comprensión... de la curiosidad y el deseo de que Daddy te enseñe cosas nuevas, sumergiéndote en su lujuria, en su amor... pero al ser una niña tu vergüenza es vencida por tu curiosidad a duras penas... y eso requerirá de la paciencia de Daddy en ciertas cosas... sin embargo solo por el hecho de hacerlo feliz siempre que seas capaz de llevarlo a cabo serás incapaz de rechazar la necesidad de obedecer...

No obstante será inevitable que ocasionalmente te sientas especialmente traviesa... y será divertido pinchar a Daddy... saltar sobre sus rodillas... hacerle cosquillas... esconderle los juguetes que hacen pupa... Y al principio Daddy te seguirá el juego... será divertido... pero cuando su semblante se torne serio sabrás que tus juegos han sobrepasado el límite de lo correcto... y... glups!

Daddy podrá quitarte los juguetes que tanto te gustan... podrá prohibirte ver la tele o acostarte tarde... te obligará a comer tus verduras o ese plato que tan poco te gusta y tan necesario es para ti... se sentará contigo a ayudarte a hacer tus deberes o a estudiar pese a lo mucho que deseas jugar con él...

Daddy te pondrá sobre sus rodillas y te azotará... notaras ese picor y ese ardor en tu culito y la vergüenza y la decepción de haber sido una niña traviesa... pero eso no significa que Daddy ya no te ame! Todo lo contrario... Daddy te castiga para educarte... Daddy acaricia tu culito maltrecho y le dará besitos... pondrá cremita y soplará sobre el para que sane pronto y te cuidará como la princesa que eres para después abrazarte y hablar sobre lo sucedido...

Daddy da... Daddy quita... pero sobre todo... Daddy ama...


"Un Daddy Dom debe mimar a su pequeña hasta que sonría
Besarla hasta que suspire
Azotarla hasta que pique
Masturbarla hasta que se empape
Lamerla hasta que tiemble
hacerlo con ella hasta que grite
y siempre SIEMPRE respetarla"

La perdición de una sonrisa inocente

He descubierto la belleza en pervertir la inocencia... Esa vergüenza que nace de esconder los deseos más profundos y secretos... esos juegos de adultos que a ella le daban tanto miedo como curiosidad.

Largo tiempo jugueteé con una palabra que pudiera definirme sin estar completamente satisfecho... Las etiquetas son tan pegajosas como poderosas y una vez las llevas, para los ojos del mundo no ven otra posibilidad más allá, yo soy de los que creen que estamos en constante cambio, que nos adaptamos a lo que vivimos... pero sinceramente se que mientras tenga a alguien más pequeño que yo en esencia, en pensamiento, en actitudes... seré DaddyDom.

Pero dejadme contaros como empezó todo esto...

¿Cómo no iba a enamorarme de ella? La culpa la tuvieron esos ojos que sonreían sinceros e inocentes cuando miraban el mundo con su curiosidad... Esos ojos que se quedaron fijos en mi y que me fijaron a su alma con este deseo tan febril de poseerla y cuidarla. Con el cuerpo de una pequeña liebre más esquiva y asustadiza que nadie, su piel era blanca y salpicada de las estrellas del firmamento, y en la oscuridad mis dedos las contarían con infinita paciencia saboreando su hermosura y el sedoso tacto de sus blandas carnes. Su boca era una pequeña fruta madura, del rojo más intenso y destilando dulzura en cada beso que te robaba, me alimentaba de su inocencia y llenaba sus labios de la cálida y avergonzante hiel del deseo. Sus pequeñas manos tocaban el mundo que la rodeaba descubriendo y memorizando entre sus dedos cada pequeño detalle; El tacto de la hierba mojada, el lento discurrir de un arroyo, el vello de mis brazos con el que enredaba cuando se perdía en sus pensamientos... Toda ella me fascinaba, era pura energía y vida, con su pequeño cuerpo y su cálido corazón escondido en su pecho.

Una tarde de otoño caminábamos por el parque, tu nerviosa y yo seguro mientras te hablaba, ibas caminando con tus botas de aguas por aquel estrecho bordillo mientras observabas en el cielo las hojas llover... Mis brazos, estos firmes y seguros brazos te acogieron y tu caída se convirtió en equilibrio y en ese momento, escondida en mi pecho te besé lenta y suavemente. Tus labios temblaron bajo los míos y mientras sus ojos se cerraban abandonándose a aquella dulce sensación, tus pequeñas manos se aferraron a mi cuerpo incapaces de rodearme por completo. En ese preciso instante que congeló el tiempo, oculté tu belleza a ojos del mundo en esta jaula llamada amor y escondí la llave en lo más profundo de mis entrañas donde nadie pudiera encontrarla.

Mi amor por ti es el de la oscuridad sobre la luz, te devoro hasta casi extinguirte, te sientes rebasada, rodeada de mi presencia y de mi deseo, inundada por el lanzándote a complacerlo con tus mejillas arreboladas y la respiración agitada sintiendo tu pequeño sexo palpitar desnudo bajo tu falda... es el de un padre con su hija, te sostengo y te guió, te suelto para que hagas equilibrios sobre la cuerda de la vida mientras te miro de cerca, dispuesto a cogerte en mis brazos cuando caigas a lo más hondo del precipicio.

Mis manos justas corrigen tus acciones sobre mis rodillas en cada azote y limpian las lagrimas bajo tus ojos mientras absorbes mis suaves palabras mezcladas con sal en un mudo y dolido silencio aprendiendo a comportarte como una buena niña.

Disculpas tímidas y suaves, besos húmedos sobre mi barba que te pican haciéndote reír... No puedo evitar esbozar esta gran sonrisa, soy el hombre más afortunado del mundo por tener y cuidar el amor que me da una dulce niña.


En pocas palabras // In a few words

He aprendido que de acuerdo con ciertos juegos de edad, una baby girl es pura inocencia en su mente, y por eso mismo tienes que enseñarle lo que quieres usando un lenguaje, una forma o manera que pueda entender. Tu baby girl no es sólo un juguete lleno de vicio… Ella es una pequeña princesa y ella necesita amor, cuidados, comprensión, y algunas veces necesitará ser corregida por tu mano, pero siempre le dirás cuanto la amas.

Sólo tómate unos segundos para pensar en estas palabras… Si les das una oportunidad, encontrarás una baby girl obediente, preciosa y deseosa de hacer feliz a su Daddy, porque Él es la persona que más ama en el mundo.

**This is my first text in English for tumblr, sorry for my mistakes. I hope you enjoy it!**

I have learnt that according to certain age play, a baby girl is purely innocent in her mind, and because of that you have to show her what you want in a manner and language that she can handle and understand. Your baby girl is not a lustful toy, She is a little princess, and she need love, care, understanding, and sometimes she’ll need to be correct by your hand, but you’ll always tell her after that how much you love her.

Just take a few seconds and think about this words… If you give them a try, you’ll find an obedient, precious little girl willing to make happy her Daddy because He is the thing that most love in all the world.

Lo que tu dulzura esconde


Desde el instante en que te vi una sonrisa afloró a mi rostro y detrás de ella la promesa de muchas más. Tú, con tu madurez e inteligencia separabas tus pequeños labios rosados para derramar tu candidez infantil en cada gesto, y Yo con mis grandes y firmes manos me deleitaba en tirar de tus coletas para llamar tu atención cuando mirabas a la nada, cuando tus frases se quedaban en el aire con esos ojos grandes y curiosos enmarcados por pestañas infinitas puestos en el horizonte.

Nuestra relación no puede describirse de ninguna forma comprensible para muchos, no creo que muchos hayan sentido ese deseo protector de esconderte en su pecho cada vez que te abrazaban, quizás no supieron disfrutar de la nenita caprichosa que daba toquecitos incómodos buscando atención y cuidados, o quizás es que no tuvieron la suficiente mano firme para enrojecer tus nalgas cuando te volvías insoportable por una simple caricia que escondía el tímido deseo de un contacto más intenso...

Yo que te he vestido y te he desnudado de tus ropas en tonos rosas y blancos, de pijamas y accesorios de lolita que causaban miradas de extrañeza, que he pervertido tu inocencia y he sacado a la niña puta y complaciente que por una piruleta saciaba con su lengua las partes más intimas de mi cuerpo, yo me considero afortunado.

Afortunado de malcriarte con dulces y caricias, de castigarte de cara a la pared y azotarte hasta que tu labio temblaba, tu mirada se tornaba húmeda sollozante, y de mimarte luego y recompensarte en cada logro, de sonreír de forma casi constante por tus ocurrencias y tu felicidad perfecta y sincera, que quizás para otros era nimia y tonta, pero para mi un autentico tesoro. 

Afortunado de cada papi que brotaba de tus pequeños y rosados labios y de esos pequeños besos antes de quedar dormida abrazada sobre mi pecho. 

Daddys and their little girls



La little girl es una niña encerrada en un cuerpo de mujer, su apariencia es tan tierna que las sonrisas de orgullo y amor son inevitables al sentirse dueño de algo tan pequeño e increíble. Su paciencia está condicionada por las chuches que aun quedan en su bolsita de plástico, y cuando acabe con ellas sin duda volverá pidiendo más con su dulce e inocente voz, jugando a incordiar a Daddy, montándose en sus rodillas causando revuelo. Y tú intentarás hacerte el duro, pero ¿quién eres para negarle sus caprichos siendo su amado Daddy?

Así es... porque Tú eres quien la cuida...quien la consiente... quien la protege... quien la castiga... quién hace que esa dulce e inocente pequeña sea mujer y niña a la vez... porque sin duda es uno de los vínculos con la forma más satisfactoria que se puedan crear en las relaciones de D/s :)